NordKapp Parte II (Aviador)

NK DIA9

Amanece lloviznando. Pero en mis ánimos sólo hay sol. GAS, hermano!!!!


[​IMG]



[​IMG]

[​IMG]

Vuelvo a enfilar la E6. Tengo mi meta fijada en las Lofoten. Y con este subidón que tengo, pasa lo que tiene que pasar. Que deja de llover y empiezan a aparecer claros.

[​IMG]

La clave está en la actitud. Así que disfrutando km a km me desvío de la E6, y pongo rumbo por la E10, saboreo todo lo que me están ofreciendo las vistas. Mar, puentes, montañitas, cabañas, barcos, renos (ten cuidado con los renos!!!) y muchas cosas más. Tan contento voy, que hago mal mi planificación de combustible. Tan mal la hago, que casi la lio. Tengo delante Solvaer a unos 30kms. Autonomía para 20. Cojonudo. Consulto el GPS y tengo una gasolinera cerca a 27kms, pero tengo que coger un ferry para llegar a ella. Tú flipas, le digo al GPS. Bueno, pues si me tengo que quedar tirado, que así sea, que ya vendrá alguien a echarme una mano. Y te digo, cuando ves en la pantalla de la gorda las rayas que te dicen que estas jodido con la gasofa, se te cierra el culillo. No mola. O sí, según. Porque llego a Solvaer con mucha calma y paro en la primera gasolinera que veo. Estoy tan contento, que me como un perrito caliente que tanto se estila en estos lares. Tengo por delante la última parte de las Lofoten, así que el plan no puede pintar mejor. Es increíble. Un paraíso. Casi sin darme cuenta, llego a Ä, último pueblo. Las Lofoten molan que te cagas, apunta.

[​IMG]

[​IMG]

[​IMG]

[​IMG]

[​IMG]

[​IMG]

[​IMG]

Miro la hora. Miro la pantalla de la terminal de ferrys. Vuelvo a mirar la hora. Como no tengo plan para hoy, decido que me cojo el ferry que sale desde Moskenes y que me llevaría a Bodo. Como voy sobrado de tiempo, me da para hacer unas cuantas llamadas y hablar con mi gente. Cuando termino, busco un hotelillo majo en Bodo para esta noche.

[​IMG]

[​IMG]

[​IMG]

Poco antes de embarcar, conozco a Lil.

[​IMG]

Lil es una mujer de Ä. Trabaja de enfermera en Bodo entre semana, y los fines de semana, se vuelve a casa. Siempre a bordo de su Harley V-Rod. Empezamos a charlar y sin quererlo, nos da la hora para embarcar. Metemos las motos en la bodega del ferry e incluso me ayuda a atarla.

Si te digo que el ferry tarda 3h15´y se me pasan como si fuesen 10´, ¿cómo te quedas?

Resulta que Lil se encarga de organizar salidas por la zona con el club de Harleys, y claro, me recomienda unos cuantos sitios por los que pasar. Cuando le saco el mapa Michelín con todo marcado y notas tomadas, flipa en colores. Como no está de más, me revisa la ruta y me dá la enhorabuena por haber elegido la E6 nuevamente, para pasar por el parque nacional de Saltfjellet. También me recomienda el camping HAIA de Grong, a pesar de que lo tenía ya marcado. Y entre rutas, motos, y nuestras vidas, la travesía llega a su fín y nos tenemos que despedir, en la bodega del ferry. Es acojonante la cantidad de gente que puedes llegar a conocer, partiendo de una simple afición.

Tengo el hotel al lado de la terminal de ferrys. Llego en nada y me alojo. El día, largo, me ha gustado mucho. Las Lofoten son ORO PURO.


NK DIA10

Abro el ojo y miro por la ventana. Día gris. Pero me da exáctamente igual. Me preparo como un rayo y bajo a cargar los bártulos en la gorda. Tengo por delante una ruta muy apetecible, pero lo primero, es lo primero. Después de los últimos días, la gorda esta muy sucia. Recuerdo que Lil me recomendó una gasolinera de la marca Statoil, en la salida de Bodo, que tenía lanzas de lavado. Y desde que entré en Polonia, no había vuelto a ver ninguna. Así que no lo dudo y voy en su búsqueda sin errar. Gasto 40 coronas que pago con la VISA en el mostrador y le doy un lavado a la moto, que iba siendo hora.

Dejo que se seque, pero viendo como está el día, poco o nada va a importar. Me despido de Bodo para coger al de poco la E6. La primera parada la hago al de una hora aproximadamente, donde paro a tomarme un café, justo antes de empezar a subir el parque nacional de Saltfjellet.

[​IMG]

A medida que voy ganando altura, voy perdiendo temperatura, y vuelvo a encontrarme con nieve en los arcenes. Pero te digo, que esto mola. Me recuerda a cualquier etapa de Alpes que bien mencionó otro forero. Al llegar arriba....cuidado con los renos!!! La ostia, hasta que no estoy encima de ellos, soy incapaz de distinguirlos de entre los arcenes nevados. Ya arriba, una vez ha terminado la subida, veo el complejo del Círculo Polar Artico Noruego, donde claro, vuelvo a parar.

[​IMG]

[​IMG]

Hago las fotos de rigor y entro en su tienda, donde gasto alguna corona más y me vuelvo a tomar otro café. Hace un frio de cojones aquí arriba, no obstante, he ido dejando atrás las nubes y empiezo a ver claros en el cielo. Y claro, así la bajada se vuelve a tope de divertida. Sigo por la E6 sin despegarme de ella y cruzando pueblos, bosques, algun que otro lago, y saludando a los renos, llego hasta Grong, donde Lil me recomendó un camping bastante famoso por su calidad, HEIA CAMPING. El tema es que es bastante pronto todavía como para parar, y decido continuar hacia Trondheim. Total, hace un día increíble y voy fresco encima de la gorda. Así que me después de unas dos horas y media, llego a Trondheim todavía con buena luz, y buena temperatura. Me pierdo por sus calles y me quedo alucinado de la vida que tiene esta ciudad. Por si fuese poco, es espectacular! Sin quererlo me planto en la catedral de Nidaros, donde hago alguna foto.

[​IMG]

Debajo de ella, dicen, está enterrado Olaf, patrón de Noruega. Busco un hotel y me hospedo. No lo he comentado hasta hora, pero desde que estoy en este país, me despreocupo al completo por la gorda cuando se queda aparcada en la calle. Tanto, que no he quitado ni un sólo día la bolsa sobredepósito. Y de candar la moto, ni hablamos.

Cuando me pego una ducha, me pongo en contacto con los míos.

Hoy me lo he pasado la ostia de bien.


NK DIA11

Como cada mañana, nada más despertarme, me voy a la ventana a ver el cielo. No veo ni una sola nube en el cielo; lo que me lleva a pensar, que la carretera del Atlántico va a estar genial con este tiempo.

Vuelvo a cruzar Trondheim, esta vez en sentido de salida, y ahora sí, voy buscando la E39 que primero me ha de llevar a Kristiansund.

[​IMG]

[​IMG]

[​IMG]

[​IMG]

No hace ni gota de frio; estoy acojonado de la buena suerte que estoy teniendo. Tengo marcado la carretera del Atlántico en el GPS y consigo enlazar dos o tres rotondas en Kristiansund sin perderme, a pesar de que está bien indicado; tengo que entrar en la 64 y lo hago, no sin antes pararme en el peaje que hay para poder transitarla. Son 61 coronas que abono, nuevamente con mi VISA. Salgo escopetado y después de ir atravesando islas pequeñas a través de los puentes que hay, llego al famoso punto que tanto he visto en fotos. Y te lo digo, si no lo llevo a tener marcado en el GPS, me lo paso sin darme cuenta. Mucho más pequeño de lo que me imaginaba y sin tanta "magia" como las fotos daban a entender. Hago un par de fotos y me marcho sin decir ni mú...

[​IMG]

[​IMG]

Sigo en la carretera 64 con mi siguiente objetivo, Solsnes. La carretera, como todo el día, se hace muy amena. Llego a dique y tengo que esperar unos 15 minutos a que llegue el ferry que me tiene que llevar a la otra orilla del fiordo, Afarnes. Coincido con un noruego con una Vstrom 1000 con el que no pierdo la oportunidad de charlar sobre mi viaje, ya que vé mi matrícula española. Me comenta, entre otras cosas, que en esta época del año no hay problemas en coger los ferrys. Ahora, en verano, la cosa cambia porque hay mucha gente esperando para poder abordarlos, y se suelen formar unas colas de cojones. Le digo que me dirijo a la Trollstigen, y cuando pone mala cara, me dice que lo va a comprobar con su movil, puesto que estaba seguro de que todavía estaba cerrada. Y así sigue estando, me comenta. Le digo que de todas maneras, no voy a dejar de intentarlo, ya que no he venido hasta aquí para fiarme de una página web. La travesía no dura mucho, 10 o 15 minutos a lo sumo, y cuando estamos atracando en el otro lado, nos despedimos y me desea buen viaje.

[​IMG]

Nos dan paso y vuelvo a entrar en la 64, ahora, dirección Andalsnes, como no, bordeando otro fiordo.

Paro a respostar la gorda y en una gasolinera veo a unos policías comiendose un helado, y como culo veo, culo quiero, me como otro. Llego a Andalsnes y empiezo a ver carteles con indicaciones a Trollstigen. Carteles que avisan de que está cerrada. Mierda. Poco o nada puedo hacer ya, más que ignorarlos, e ir en su búsqueda. Enfilo el último desvío a la 63, que es la propia Trollstigen, y vuelvo a encontarme carteles avisando de lo que llevan avisando varios kms antes. Puerto cerrado. Aún así, decido tirar hasta el camping a pie de puerto, y me detengo a preguntar al personal.

[​IMG]

[​IMG]

Me lo vuelven a confirmar. El puerto está cerrado por dos motivos; hay riesgo de avalanchas, y para mañana se espera que nieve en la zona alta. Así que me quedo con las ganas, pero sin estar ni un ápice descontento. Ya tengo otro buen motivo para volver.

[​IMG]

Deshago el camino y me tengo que chupar un bordeo de 140kms. Como si me importase, jeje. Estoy disfrutando como un enano. Tanto, que me planto en Valldal sin casi darme cuenta. La misma carretera me deja a pié de embarcadero, donde casi no tengo que esperar a que llegue el ferry para llevarme a Eidsdal. Otra travesía corta y volvemos a entrar en la 63, otra vez más, a otro lado de fiordo.

[​IMG]

Tengo por delante una carretera al más puro estilo alpino y estoy absolutamente sólo sobre ella. Gano altura, mucha altura. Ni siquiera me podía imaginar que entre fiordo y fiordo, me iba a encontrar estas carreteras. En algún punto alcanzo los 600m sobre el nivel del mar, y me saben a ochomiles. Me vuelvo a detener para hacer fotos y alucino. Esto es increíble.

[​IMG]

[​IMG]

[​IMG]

Sigo con mi camino y comienza la bajada a Geiranger. En una de las paellas hay un mirador con unas vistas impresionantes del fiordo, y claro, vuelvo a parar. Ahora descubro porqué este sitio tiene tanta fama, y es que es espectacular. Por cierto, veo un ferry más grande que una catedral, y al comparar, me doy cuenta de que este fiordo es enorme.

[​IMG]

Cruzo Geiranger pueblo que es una cuesta en sí mismo, y vuelvo a verme sumergido en otra carretera alpina. Alcanzo los 1000m de altura en un abrir y cerrar de ojos, y con ellos, las paredes de nieve a ambos lados de la calzada. Hace mucho frio pero el día sigue espectacular. Bordeo el último lago antes de desviarme por la carretera 15, y continúo disfrutando del sinuoso trazado, con más nieve y más lagos a mi paso.

[​IMG]

[​IMG]

Pasado Tessand me desvío a una comarcal menos transitada pero infinítamente más molona que la 15, y hablo de la 51, hasta llegar a Randsverk, donde vuelvo a desviarme para coger otra comarcal con mejor pinta aún que la anterior, y esta es la 257. Parajes inhóspitos menos cuanto toca cruzar algún pueblo. Sigo disfrutando como un enano.

Se va haciendo hora de ir buscando alojamiento, llevo ya unos buenos kilómetros por hoy y hasta mañana por la tarde no tengo el ferry de salida de Oslo, por lo cual, no tengo prisa ninguna. Y como siempre que pasa lo mismo, ocurre igual, todos los campings por los que voy pasando, o están cerrados (seguimos en temporada baja), y bien no disponen de hytters con baño privado. Así que voy sumando kms y kms hasta que llega un punto donde busco la cámara oculta, ya que no encuentro nada, o lo que hay, está todo cogido. Sonrío cada vez más cuando me dicen que no hay nada que se ajuste a mis necesidades. Así que saco el movil y abro la aplicación de Booking, donde ni corto ni perezoso encuentro un hotel la mar de guapo en Oslo.

Pongo la dirección y para allí que voy.

Vuelvo a incorporarme a la E6 y se entona pesada, con mucho tráfico, y en algunos puntos, algún límite de velocidad absurdo. Hasta que no estás a unos 100kms de Oslo, no se convierte en vía de doble carril. Le enrosco un poquito más, pero no mucho. Me pasa una GSA LC Azul como un verdadero rayo. Alucino. Tendrá prisa el hombre. Paso por los pórticos de peaje que se cobran de manera automática, supongo.

Llego a Oslo y me incorporo a uno de sus anillos exteriores que me llevan a una ladera muy muy chula, donde está mi hotel. Un acierto, vaya.


NK DIA 12

Sigo mi ritual, y el cielo, sigue el suyo. Despejado. Cojonudo.

[​IMG]

Me despierto bastante más tarde de lo habitual, llego al desayuno por los pelos (por tarde, digo) y vuelvo a irme a mi habitación. Hasta las 12 no tengo que salir del hotel, y por delante tengo todo el día para comprar el billete de ferry que me ha de llevar de Oslo a Frederikshavn, y para ver Oslo, claro.

Algo antes de que me echen a patadas, no aguanto más y salgo enfilado ladera abajo. Anoche no me fijé bien, pero alucino en colores con la instalación para saltos de esquí que me encuentro nada más salir del hotel. Claro, paro y hago una foto.

[​IMG]

Me meto de lleno en Oslo, y antes de perderme por sus calles, me dirijo al puerto. Busco la terminal de la naviera Stena Line que es la que opera esa línea, y el GPS ya la tenía buscada por mí. Cojonudo.

Pero llego y no hay nadie. Bueno, es un decir. Hay gente, pero el mostrador de la naviera está cerrado a cal y canto.

Veo otro mostrador de otra naviera y dentro hay una pelirroja, que te digo, si me dice que no hay ferry para esta noche, le pido matrimonio. Así, sin más.

Para su suerte (mala, claro), me confirma que sus colegas sí que operan la línea hoy, pero que no abren el mostrador hasta las 16.30h. No problemo.

Me voy fuera donde he dejado aparcada la moto y saco el móvil para ver a que hora es el ferry. Entro en la web de Stena Line y a parte de ver la hora de salida (que se adelanta una hora -19.30h-, veo que se puede comprar in situ a través de la web.

Así que lo compro. Travesía, un adulto y una moto, camarote individual, 133€. Si vas dos, eso que te ahorras. Lo compro. Y me piro.

Me vuelvo a perder en Oslo, esta vez, sin rumbo fijo. Ciudad pija. Pero pija que te cagas. Paso alguna que otra vez por una calle que debe de ser como Serrano en Madrid. Llena de tiendas caras y coches aparcados a los lados más caros aún.

De las rubias, mejor no te digo nada, que supongo que te lo imaginas de sobra. Si se entera la pelirroja de antes, me pide el divorcio.

Voy al parque Vigeland. Dejo la moto aparcada en un parking al lado, y me voy a pegar un paseo. Se nota el calorcito. La gente está tumbada en el césped tomando el solecito. Las familias pasean y los niños juegan a la pelota.

[​IMG]

Los japoneses, hacen fotos. Claro. A todo.

Menos a un motero cagándose en los clavos de Cristo de la sudada que lleva por patear con el traje de la moto puesto.

Aún con todo, alucino con las estatuas que su creador, que además da nombre al parque, hizo entre 1926 y 1942 (wikipedia). El monolito, sencillamente, acojonante.

[​IMG]

[​IMG]

[​IMG]

[​IMG]

Me doy otra buena caminata hasta que me entra hambre. Deshago todo lo andado y vuelvo a la gorda. Me ha parecido ver un par de italianos de la que venía hacia aquí.

El primero, abarrotado de gente, con una terraza de primer nivel, y muy muy muy buena pinta.

El segundo, completamente vacío, y con otra terraza, pero bastante más modesta.

Ya sabes en cual paré, ¿no? Exacto, en este último.

Se vuelve a cumplir lo de siempre. Dueño italiano que me hace la pizza in situ.

Y te lo digo, está de rechupete. Y si no, mira la foto. Acierto.

[​IMG]

Cuando termino, me prepara un capuccino que ríete tú del que te hacen en Roma.

Me despido de él y vuelvo a la gorda. Como todavía me queda algo de tiempo, veo otra cafetería que también está vacía. Entro por la puerta, primero, dirección a los servicios. El dueño, claro, me echa la bronca. Amablemente, le digo que voy a consumir otro café, y que si no le importa, que lo vaya preparando.

Cuando salgo, está a punto de terminar. Le digo que me cobre, y cuando saco la VISA española, me dice que no la acepta. Jeje, pues tenemos un problema, porque coronas, sólo tenía a mi difunta abuela, y murió hace años.

Y sin pensárselo dos veces, me invitó al café. Que fácil es hacer amigos cuando viajas solo, coño!

Termino el café, y ahora sí, voy de vuelta al puerto. Me gustaría pillar a los de Stena Line para poder hacer el checkin. Resulta que las máquinas de facturación como las de los aeropuertos sólo funcionan cuando no hay un vehículo de por medio.

Cojonudo, ya podría indicarlo en algún lado. Busco a la pelirroja pero no la encuentro.

Ella se lo pierde.

Y sin más, me dirijo a la zona de facturación para vehículos, donde haciendo cola, hablo algo con dos alemanes que alucinan con el viaje. Tampoco es para tanto, pienso yo.

[​IMG]

Y empiezan a venir moteros noruegos. Primero una GTR, luego una R1100S, una Goldwing, una S1000R, y empiezo a perder la vista ya. Charlamos un poco (poco) y veo que empiezan a hacer piña entre ellos. Pues vale.

[​IMG]

Llega el ferry. Primero, vuelvo a alucinar con el tamaño de estos bichos. Luego, vuelvo a alucinar aún más de como semejantes moles atracan al milímetro en los diques. Te lo digo, con los aviones es más sencillo.

Abren sus bodegas y empieza la marabunta de vehículos. Cuando sale el último, esperamos (poco) y nos dan luz verde para que entremos, como siempre, primero las motos.

Vamos a la zona asignada y toca atar la moto. ¿He dicho atar? El operario acerca una especie de guía metálica donde encajas la rueda trasera, y luego la ata con una cincha que se me antoja pequeña. El espectáculo es mayúsculo cuando el de la Goldwing tiene que hacer lo mismo. Jeje, que paradoja, un barco dentro de un barco (pensé). Tanto, que le indican que dé la vuelta, y encaje la moto con la rueda delantera.

[​IMG]

[​IMG]

Antes de acabar me vuelvo a dirigir a ellos y les pregunto si confían en que las motos van bien sujetas así. Afirman, y se van.

Encuentro los ascensores y subo a la sexta planta, donde está mi camarote.

Pequeño, pero suficiente. Dos camas individuales, con un baño equipado con ducha.

[​IMG]

Es perfecto.

Desparramo todos mis enseres en la otra cama y me pongo cómodo. Subo a una de las terrazas en la cubierta para ver la salida de Oslo, y despedirme de esta ciudad hasta dentro de un tiempo.

Hago cola para pedirme una birra y justo en ese momento, nos habla el capitán por megafonía dándonos la bienvenida y adelantando que serán doce horas de travesía, estimando llegar a Dinamarca a las 7:30am, y dando como detalle el estado de la mar, calmada para esta noche. Luego hace lo propio el director de servicios a bordo, indicandonos que en breve se abriran los restaurantes para la cena.

Disfruto la birra mientras el ferry enfila rumbo sur, con unas vistas increíbles de todo lo que la salida de Oslo nos está ofreciendo.

[​IMG]

No saco ni la cámara; esto me lo guardo para mí...

Vuelvo a aterrizar sobre el mar y me bajo a cenar. Hay mucho, pero que mucho ambiente en el ferry. Me tomo otra birra después de cenar y me doy el último paseo antes de retirarme a mis aposentos por unas horas, y es que, en el fondo, hoy, ha sido genial.


NK DIA 13

Hoy me salto mi ritual, ya que mi camarote no tiene ventanas, pero menudas vistas desde la terraza. Subo y ya ha amanecido. Tengo una hora para desayunar, preparme, y bajar a la bodega para cargar la moto y tenerla lista para cuando abran la compuerta. Desayuno como un campeón en el buffet del ferry y voy preparando todo poco a poco. Me fijo un objetivo de hoy, lejano, pero alcanzable, Amsterdam.

Cuando la compuerta se abre, salimos todos escopetados. Pero yo, paro nada más salir del puerto. Tengo la señal de Dinamarca delante de mí, y oye, le he ido cogiendo el gusto a fotografiar a la gorda en cada señal que me indica que he llegado a un nuevo país.

[​IMG]

Lo flipo. Porque en la autovía veo que el límite de velocidad vuelve a ser de unos normales 130kms/h. Hago una primera parada al de no mucho para tomarme un café y ver que tengo en los alrededores. Está Aarhus a tiro de piedra y no me lo pienso dos veces. Ciudad no muy grande (perfecto) por la cual me pierdo en su centro. Paro a tomarme otro café en una terraza que tiene unas buenas vistas a su catedral.

[​IMG]

Sin tener mucho más que ver, vuelvo a salir a la autovía, y a partir de ahora, remar, remar, remar y remar.

Cruzo la frontera alemana de nuevo y el GPS me lleva dirección Hamburgo, que por cierto, ya en las cercanías, me pilla un atasco de tres pares de cojones. Además, hay obras en la calzada y hace que me resulte imposible circular por el arcén, puesto que es inexistente. Paso por las cercanías del aeropuerto, y da la casualidad de que un avión de mi compañía me sobrevuela la cabeza. Uy Uy Uy que esto se va acabando.

Dejo detrás Hamburgo y pongo rumbo a Bremen. A una hora razonable, paro en una de las tantísimas áreas de servicio que tienen un Burger King que me sirve para reponer fuerzas. Llegando a Bremen, otro atasco, pero también de los buenos. Esta vez, sí que puedo sortearlo por el arcen, menos mal.

Y como ya empiezo a estar un poquito hasta los cojones de tanta vía rápida, y viendo que la frontera con Holanda no queda muy lejos, me voy perdiendo por secundarias hasta llegar a ella, donde, como no, vuelvo a parar para hacer la foto de rigor.

[​IMG]

Sigo un poquito más por secundarias ya en territorio holandes, y vuelvo a salir a la autovía para enfilar al hotel que tengo reservado en Amsterdam. No está en el centro, pero casi, a unos 4-5kms de él. Llego, me hecho unas risas con las simpatiquísimas recepcionistas, y subo a mi cuarto para darme una ducha rápida, que tengo ganas de perderme por el centro.

Y vuelvo a alucinar en colores. Es viernes y la ciudad tiene un ambiente estupendo. Voy parando en sitios estratégicos mientras cruzo los canales.

[​IMG]

[​IMG]

[​IMG]

[​IMG]

[​IMG]

[​IMG]

Llego al meollo de la ciudad y está abarrotada de personas. Esto mola! Paso por algún que otro escaparate que me lanza besitos con mucho salero. Jeje. Pero yo sigo a lo mío. Hasta que llego al sitio perfecto para cenar, un WOK en medio del ajetreo de turistas. Mientras degusto las viandas, no puedo dejar de observar a toda la gente que hay a mi alrededor, y estoy seguro, de que están disfrutando ese momento de la misma manera que yo.

[​IMG]

Cuando termino de cenar, regreso a la gorda y me despido del centro. Y me prometo que volveré; esto no se puede quedar así.

Regreso al hotel y caigo rendido. El día ha ido de menos a mas, y eso, me gusta.

Comentarios